Son muchos los que escuchan la palabra “drone” y automáticamente piensan en negativo. El uso que se le ha estado dando a esta tecnología ha hecho que muchas personas piensen que los drones solo pueden tener usos militares o armamentísticos y la realidad dista mucho de eso.
Actualmente se están desarrollando numerosas aplicaciones positivas que hacen que los drones tengan un uso más social y positivo, ya que el hecho de que puedan pilotarse de manera remota permite aplicar su tecnología en un sinfín de proyectos.
Hoy os traemos los principales usos positivos que se pueden hacer de los drones, proyectos que deberían ver la luz sin duda alguna ya que tienen como objetivo ayudar y beneficiar a la sociedad.
1. Operaciones de Rescate
La capacidad de volar de manera remota y a baja altura, de cargar con objetos y de filmar aquello que ve, hace que los drones sean la herramienta perfecta para operaciones de rescate o salvamento, como puede ser el caso de personas perdidas o accidentadas en montañas o desastres naturales. Todavía no tienen la capacidad para cargar a una persona, pero si que pueden observar la zona a tiempo real sin poner en peligro a los equipos de salvamento o llevar artículos básicos como un walkie, agua o un botiquín.
Son muchos los proyectos que se están desarrollando en esta vía, como por ejemplo LifeSeeker, un sistema instalado en drones que es capaz de conectar con los móviles que se quedaron sin señal y detectar su posición exacta.
2. Salvamento y vigilancia marítima
Son muchos los cuerpos de seguridad que han incorporado drones a sus filas, y es que el hecho de poder pilotarlos desde la distancia y que te den una visión a tiempo real de lo que está sucediendo, permiten a los cuerpos de seguridad llevar a cabo una labor de vigilancia de las fronteras marítimas a la vez que puede llevar a cabo operaciones de rescate lejos de la costa y localizar a personas que puedan estar en grave peligro.
3. Agricultura y topografía
Éste es uno de los sectores donde más se está notando el avance de los drones, ya sea para controlar y explorar el estado de los cultivos gracias a los sensores que llevan instalados, saber cuándo recoger las cosechas o recabar información sobre las plantaciones como temperatura, hidratación o ritmo de crecimiento. También se hace un buen uso de ellos para prevenir plagas y enfermedades. Todo ello en un tiempo récord, comparado con lo que tardaría una persona en inspeccionar cientos de hectáreas.
El uso topográfico también es muy interesante, donde se están desarrollando numerosos proyectos, como el Ebee, un drone especializado en este tipo de usos.
4. Incendios
Los incendios son un gran problema en nuestro país. La sequía, la acción humana o el estado de los campos, siembran cada año numerosos incendios en nuestras comunidades. Muchos de ellos, además, difíciles de controlar debido por ejemplo al fuerte viento o al difícil acceso de los bomberos a la zona afectada.
Los drones son capaces, entre otras cosas, de generar imágenes térmicas de las zonas gracias a los cámaras que llevan incorporadas. También pueden dar información a tiempo real de estado, la localización y tamaño del incendio, así como la dirección que toma. Y no solo eso, sino que tienen la capacidad de poder actuar para intentar prevenir el incendio antes de que éste se propague.
Uno de los nuevos drones creados para este fin es el Drone Hopper, diseñado para actuar en casos de incendios forestales. Con cámaras térmicas y sistema de navegación, es capaz de transportar hasta 300 litros de agua.
5. Ayuda a países en desarrollo
El difícil acceso a numerosas zonas de África o Asia, los grupos armados o la falta de recursos humanos, hacen que muchas labores humanitarias fallen por falta de recursos. Por eso son muchas las ONGs y asociaciones que están desarrollando proyectos que implican el uso de drones para labores humanitarias. Por ejemplo, en Ruanda ya se están haciendo envíos a zonas poco accesibles de medicamentos y bolsas de sangre. Estos drones son capaces de volar hasta 150 km de distancia de la persona que lo controla y cargar hasta un kilo y medio de peso. Hay incluso un proyecto donde el drone está realizado con materiales biodegradables y en su interior lleva 15 kilos de comida deshidratada para hacerlos llegar a zonas en situación de hambruna extrema.
También sirven para controlar los desplazamientos masivos por causas como el hambre o las guerras y así poder elaborar mapas de asentamientos de los desplazados, lo que permite a las ONGs registrar y planificar los servicios de saneamiento, salud o educación. Es el caso del drone T-800 M, desarrollado en Níger por Aziz Kountche, quien lo ha puesto al servicio de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
Y no solo se pueden usar para estos fines, son infinitas las posibilidades que tiene este tipo de tecnología si se usa correctamente. Usos como ayudar en excavaciones arqueológicas, en la manipulación de residuos tóxicos como se hizo en Fukushima, fines geológicos y biológicos como el proyecto de usar drones como abejas para mejorar la polinización o la plantación de semillas para la reforestación de bosques, etc. Al final no depende de que la tecnología sea mala, sino del correcto uso que se hace de ella.
Pero ante todo no olvidemos uno de los mejores usos que se le puede dar a un drone, quitando lo dicho, que es el de entretener. Su fácil uso y sus muchos modelos y precios, han hecho que se conviertan en uno de los juguetes favoritos actualmente. Ya sea solo por volarlos o para tomar fotos y vídeos aéreos, los drones son una tecnología única y emocionante, de la cual oiremos hablar mucho estos próximos años.