El libro ya no es sólo de papel. La popularización de los lectores de libros electrónicos llegó de la mano del Kindle de Amazon. Un producto que se ha convertido en el más vendido de la famosa tienda de Internet en toda su historia. Pero Amazon ya no está sola. Son muchos los modelos que hay en el mercado. Y muchas las dudas que se plantean a la hora de elegir un lector o e-reader.
En este artículo, queremos ayudar a la hora de decidirse por un modelo o por otro. También queremos repasar cuáles con las características que diferencian a cada uno. Todos sirven para leer libros en formato electrónico. Pero unos cansan más a la vista que otros. No todos leen los mismos formatos. Ni aguantan el mismo tiempo sin recargar la batería. Eso sí, los precios están al alcance de muchos bolsillos. Y es que es posible encontrar reproductores de libros digitales por menos de doscientos euros. Si estás pensando en hacerte con uno de estos, lee nuestros consejos…
Qué es un lector de libros electrónicos
Es un dispositivo que pesa menos de medio de kilo en el que se puede transportar una completa biblioteca, repleta de libros y revistas. A menudo los e-readers vienen precargados con miles de títulos de regalo. Pero, si no es el caso, el catálogo de publicaciones electrónicas crece día a día, al igual que los puntos de venta a través de Internet. Por una cuestión de comodidad, muchos aficionados a la lectura están arrinconando los libros impresos en papel en favor de los digitales.
La pantalla
Lo primero que hay que diferenciar en uno de estos lectores es el tipo de pantalla que utiliza. Hay dos tecnologías predominantes y que son completamente distintas. Una es la tinta electrónica (E-ink) y la otra el LCD. La tinta electrónica es en apariencia lo más parecido al papel de toda la vida. A la vista, parece de hecho un papel. Por lo que, para nuestros ojos, es un formato agradable y que no cansa a la vista. Su mayor inconveniente es que, de momento, sólo hay pantallas de este tipo en blanco y negro. Aunque hemos visto muchos prototipos en color, todavía ninguna se marca se ha animado a lanzarlo comercialmente.
El otro formato de pantalla es LCD y sí tiene todo el color que agradecen, por ejemplo, las revistas en este formato. Sin embargo, leer en un modelo LCD fatiga más la vista. Pero, eso sí, los modelos LCD pueden mostrar vídeos, algo que aún no está al alcance de la tinta electrónica. La diagonal de pantalla normalmente en todos los casos oscila entre las 5 y las 10 pulgadas.
Los formatos
Uno de los aspectos más importantes es mirar qué formatos de libros digitales puede reproducir el e-reader. Como ocurre en tantos otros productos tecnológicos, estos también están viviendo su propia guerra. En el mercado conviven formatos propietarios, como el AZW del Amazon Kindle, junto con ficheros protegidos por sistemas anticopia (DRM). La mayoría de los modelos admiten archivos de sólo texto (TXT), el PDF de Adobe e incluso el formato propio de las páginas web (HTML).
Pero también hay formatos más abiertos y universales. Uno de los estándares más habituales en este campo es el formato ePUB, que es bastante común en muchos modelos, aunque haya productos como el Kindle que no lo incluyen. Cuanto más amplia sea la compatibilidad de lectura, mucho mejor. Además, los formatos abiertos siempre son mejores que los propietarios. Por otra parte, es necesario revisar qué tipos de ficheros de audio pueden leer, porque estos aparatos también funcionan como reproductores de audiolibros o música.
La capacidad y las conexiones
En la actualidad, los reproductores de libros digitales de gama media suelen tener una memoria interna de 2 gigabytes. Solamente los modelos de gama alta llegan a integrar capacidades mayores (16, 32 ó 64 GB). De todos modos, siempre es posible ampliar la capacidad mediante tarjetas de memoria. La ranura más habitual en estos aparatos es la compatible con SD, seguida de la de tipo microSD.
Otra vía empleada para introducir contenidos en el lector es el puerto USB, que permite conectarlo a un ordenador. En ocasiones, el puerto USB también sirve para recargar la batería. Los modelos más avanzados, sobre todo aquellos que disponen de conectividad 3G, suelen añadir Bluetooth. Finalmente, la salida para auriculares en minijack (3,5 mm) facilita la escucha de música, aunque a veces vaya acompañada de unos altavoces de escasa potencia.
Funciones y manejo
En los modelos de gama alta, la pantalla suele ser táctil. Algunos e-readers cuentan con un teclado físico completo que ayuda a realizar las búsquedas, aunque a costa de reducir el espacio disponible para la pantalla. En otros casos, el teclado es virtual. De todos modos, es aconsejable visitar establecimientos donde se puedan probar los lectores de libros electrónicos que están a la venta, al objeto de probarlos y ver si resultan fáciles de manejar, dado que las interfaces son muy diversas. Asimismo, funciones como el subrayado y la posibilidad de realizar anotaciones pueden resultar útiles para ciertos usuarios.
La batería
Las baterías recargables son de iones de litio, pero su capacidad varía. Características técnicas como tener una pantalla LCD merman bastante la autonomía, que además puede verse seriamente comprometida en aquellos modelos con Wi-Fi e incluso con 3G cuando se utiliza la conexión a Internet. Por el contrario, las pantallas de tinta electrónica de los e-readers actuales son bastante mderadas a la hora de consumir energía; suelen durar el tiempo suficiente para leer unas 10.000 páginas.
Y estos son los aspectos principales que hay que tener en cuenta a la hora de elegir uno de estos lectores de libros electrónicos. Sea cual sea el elegido finalmente, feliz lectura a todos.