Un 31,5% de los españoles asegura no leer jamás un libro (ni siquiera cuando tiene tiempo libre). Esta es una afirmación triste, pero la contraparte no lo es tanto, ya que implica que el 68,5% de los españoles sí leen, al menos algo. Estos son los datos que arroja el último barómetro de hábitos de lectura en España, elaborado por la Federación del Gremio de Editores y publicado el pasado mes de febrero, justo antes de estallar la pandemia de coronavirus que, precisamente, ha modificado los hábitos de consumo y ocio de todos los españoles. A muchos, el confinamiento forzoso en el que vivimos durante varias semanas, sin poder salir de casa para nada que no fuera esencial, les ha venido bien para tener algo de tiempo que dedicar a la lectura y disfrutar de los libros en papel, pero, una vez recuperada cierta normalidad, los libros pueden suponer un peso adicional del que uno pueda querer prescindir de camino al trabajo o al centro de estudios.

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En este contexto tienen su lugar los 'e-readers', maravillosos acompañantes de vacaciones y fines de semana fuera del hogar —no ocupan nada en la maleta—, de los largos trayectos en autobús o metro o simplemente de la vida. De cara a las Navidades (que, por cierto, serán igual de peculiares que lo han sido estos últimos meses) un lector electrónico puede ser una buena opción como regalo (o autorregalo) o bien para amantes del libro con necesidad de limitar el peso en sus traslados o también para aquellos que se han desvinculado de la lectura, de modo que pueda servir como incentivo para recuperar ese gran placer que es leer. Y aunque aún queda bastante para la época navideña, se pueden aprovechar las jornadas de descuentos, rebajas y ofertas como el Black Friday para ahorrarse algo de dinero en esto.

¿Cómo escoger un buen libro electrónico?

Lo primero que hay que hacer es realmente valorar qué se busca y atender a las características que a uno le interesan. Hay muchos aspectos que evaluar antes de decantarse por un lector eletrónico, más allá de su precio.

Pantalla : no solo el tamaño, que también, sino el tipo de iluminación de que disponga cada aparato. En primer lugar hay que destacar que para un e-reader lo mejor es que no haya retroiluminación, aunque la mayor parte de los lectores que hay en el mercado descartan ya esta opción, en favor de la tinta electrónica: la luz que llega es la externa, que se proyecta en la pantalla de manera uniforme. Además, este tipo de libros no producte reflejos aunque se usen a plena luz del sol. Todo esto convierte las pantallas de los e-books en una buena opción que reduce la fatiga visual . El tamaño también es relevante a la hora de elegir un buen aparato: para que la vista no sufra, lo óptimo es que tenga seis pulgadas como mínimo. Y aunque secundarias, hay algunas características que pueden hacer que uno se decante por uno u otro modelo, como la posibilidad de subrayar o hacer anotaciones en los márgenes.

: no solo el tamaño, que también, sino el tipo de iluminación de que disponga cada aparato. En primer lugar hay que destacar que para un e-reader lo mejor es que no haya retroiluminación, aunque la mayor parte de los lectores que hay en el mercado descartan ya esta opción, en favor de la tinta electrónica: la luz que llega es la externa, que se proyecta en la pantalla de manera uniforme. Además, este tipo de libros no producte reflejos aunque se usen a plena luz del sol. Todo esto convierte las pantallas de los e-books en una buena opción que . El tamaño también es relevante a la hora de elegir un buen aparato: para que la vista no sufra, lo óptimo es que tenga seis pulgadas como mínimo. Y aunque secundarias, hay algunas características que pueden hacer que uno se decante por uno u otro modelo, como la posibilidad de subrayar o hacer anotaciones en los márgenes. Batería : el hecho de que la mayor parte de los e-readers usen tinta electrónica y no retroiluminación permite que, además de reducir la fatiga visual, el aparato consuma menos energía. En general, las baterías suelen tener mucha autonomía —con necesidad de cargarlo entre dos y tres veces al mes—, así que si hay algún lector que no ofrezca la posibilidad de estar alejado de una toma de corriente es mejor descartarlo.

: el hecho de que la mayor parte de los e-readers usen tinta electrónica y no retroiluminación permite que, además de reducir la fatiga visual, el aparato consuma menos energía. En general, las baterías suelen tener mucha autonomía —con necesidad de cargarlo entre dos y tres veces al mes—, así que si hay algún lector que no ofrezca la posibilidad de estar alejado de una toma de corriente es mejor descartarlo. Peso : lo bueno de los libros electrónicos es que son mucho más ligeros que las 'tablets' y esto debe notarse. La mayor parte de los e-books tienen un peso inferior a los 200 gramos (oscilan entre los 150 y los 160), por lo que todo lo que esté por encima puede suponer un problema.

: lo bueno de los libros electrónicos es que son mucho más ligeros que las 'tablets' y esto debe notarse. La mayor parte de los e-books tienen un peso inferior a los 200 gramos (oscilan entre los 150 y los 160), por lo que todo lo que esté por encima puede suponer un problema. Formato: aquí es donde hay que prestar cierta atención, ya que es un dato que aparece en las especificaciones técnias del aparato. Es recomendable saber qué tipo de formato soporta cada libro electrónico, porque no todos soportan todos los tipos. Eso sí, tampoco es muy complicado convertir un formato en otro (aunque hay que tener en cuenta que puede haber cambios de estilo y de formato).

Las opciones entre las que escoger

Una vez que uno ya sabe todo esto, solo es cuestión de investigar. En tiempos de descuentos, como Black Friday o las rebajas de enero, hay que aprovechar para poder ahorrarse un dinero, aunque no todos los modelos están siempre sujetos a descuento. Durante el Black Friday de Amazon, por ejemplo, los productos más rebajados son los propios de la marca de Jeff Bezos, aunque no hay que olvidar que el Kindle Oasis, que es su modelo más 'premium', se coronó al salir al mercado y se ha convertido en un auténtico producto de casta.