En el mundo actual, las impresiones tridimensionales se están haciendo cada vez más comunes. A medida que la tecnología se hace más conocida, también se van descubriendo nuevas utilidades para ella. Ahora, es difícil entender para qué sirve algo cuando no comprendemos su funcionamiento. Por ese motivo, te contaremos cómo funcionan las impresoras 3D y todas las utilidades que pueden llegar a tener.
¿Qué es la impresión 3D?
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En resumidas cuentas, la impresión 3D es un proceso de impresión que se basa en la superposición de capas. Así como las impresoras comunes pueden colocar capas de color sobre un papel para generar una imagen, sus parientes cercanas realizan un proceso similar, pero superponiendo materiales para crear un objeto.
El detalle que hace destacar cómo funcionan las impresoras 3D es que pueden reproducir básicamente cualquier cosa, siempre y cuando se tenga un modelo detallado de ellas en un computador. De allí que la impresión en 3D ahora no solo se use para la manufactura de juguetes, baterías, maquetas de dibujos, materiales, prótesis humanas y demás. En realidad, actualmente incluso ha mostrado ser útil para la reproducción de tejidos vivos, que podrían ser usados tanto para fines médicos como para revolucionar el sector alimenticio.
¿Cómo funcionan las impresoras 3D?
Crédito: Philippe Vanhaesendonck
Con lo anterior, ya empezamos a explicar un poco cómo las impresoras 3D funcionan. En realidad, su proceso es extremadamente similar al necesario para una impresión 2D, lo que hace la diferencia es entonces la ya mencionada superposición de capas.
A ese proceso se lo conoce como modelado por depósito fusionado (FDM, por sus siglas en inglés). Resumidamente, se trata de una forma de impresión que implica convertir un dibujo CAD en 3D en miles de capas 2D que se van imprimiendo una sobre otra.
La gran diferencia entre las impresoras 2D y las 3D radica entonces en la forma en la que las capas reaccionan. Por más que se superponga la tinta, nunca se lograría un relieve demasiado notorio con respecto al papel. En el caso de la impresión 3D el tipo de “tinta” que utilizan las máquinas ayuda a que poco a poco el objeto que se quiere imprimir vaya ganando volumen en un delicado y automatizado proceso que suele durar horas.
¿Qué tipo de “tinta” utiliza una impresora 3D?
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Así como el sistema FDM es vital para el funcionamiento de las impresoras 3D, también lo es el tipo de “tinta” con la que se cuente. Por ese motivo, ese material se convierte en el segundo secreto vital que los permite entender cómo funcionan las impresoras 3D.
En resumidas cuentas, las máquinas de impresión tridimensional suelen contar con depósitos de plástico o de resina que actúan como la “tinta”. Lo que los hace diferentes es que, por su composición, pueden formar capas sólidas en 2D que luego pueden adherirse fácil e indetectablemente, para formar así finalmente un objeto 3D.
Ahora, el acabo final muchas veces dependerá de dos cosas: la calidad de la impresora, y la calidad del plástico/resina que se utilice. Por ese motivo, si buscas adquirir cualquiera de esos elementos, siempre es preferible que inviertas en la calidad.
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Además de lo anterior, hasta el 30 de este mes la página también ofrece varias promociones para obtener resina o plástico de calidad para las impresoras 3D. Por un lado, puedes conseguir 3 paquetes de resina y pagar 2 al usar el código ‘B2G1’. Mientras tanto, con el código ‘B3G1’ obtendrás 4 filamentos de plástico, pero pagarás solo 3.
Desde TekCrispy les recomendamos la Photon Mono X, un modelo versátil del tipo SLA del que hablamos recientemente en uno de nuestros reviews.
Pero… ¿y qué pasa con la “tinta” para imprimir tejidos?
Claramente, cuando hablamos de la impresión de tejidos vivos la situación cambia y ya ni el plástico ni la resina serían los mejores aliados. En ese caso, se trabajan con diferentes composiciones moleculares y células vivas (usualmente células madre) que colaboren con la reproducción del tejido y su posterior formación. En consecuencia, aunque también trabajan con un sistema de capas, suelen depender de otras guías externas que ayuden a dar la forma adecuada al producto final.
¿Qué utilidades puede tener una impresora 3D?
Ahora que sabemos cómo funcionan, se hace un poco más fácil plantearnos las distintas utilidades que podrían tener las impresoras 3D. Con eso en mente, uno de los primeros puntos que podemos mencionar se encuentra en el campo de la medicina.
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Por médicos podrían aprovechar las bondades de las impresoras 3D para fabricar prótesis y dispositivos biomédicos de forma mucho más rápida y económica, lo que las haría más asequibles para la población en general. Igualmente, las impresiones en tres dimensiones también se podrían utilizar para la fabricación de implementos médicos, fármacos y herramientas que se requieran en los centros de salud. De esa forma, nunca se quedarían con el inventario vacío.
Como si lo anterior no fuera suficiente, también podemos ver cómo la impresión en 3D podría usarse como una forma de reproducir órganos y tejidos que los pacientes necesiten para su recuperación. Igualmente, en el futuro, las carnes que consumiremos podrían tener un origen desligado del mundo animal.
Por otra parte, los ingenieros, arquitectos y doctores podrían utilizar las impresoras 3D como un apoyo en sus trabajos. Cada uno tendría la oportunidad de imprimir maquetas, modelos previos e implementos con los que probar sus técnicas antes de tener realizar el proceso en el equipo o paciente real.
Como una adición a todo lo anterior, las impresoras 3D también traerán un punto de inflexión para el mundo de la comercialización. Gracias a ellas, la personalización de los productos –e incluso de los alimentos– llegará a un nuevo nivel. En resumen, la impresión 3D podría tener un fuerte impacto en cada rincón de nuestra vida y, a medida que pase el tiempo, solo veremos cómo tal influencia crece cada vez más.